Soy hipercromático. Es una tara de cuna (no es la única, pero por hoy sólo desvelaré ésta).
Eso significa que no distingo gamas de colores verdes, marrones, naranjas, y rojos. Así, por ejemplo, para mi verdes y marrones son lo mismo. Lo descubrí a los dieciséis años, en una de esas pruebas que hacían en el colegio donde te mostraban unas cartulinas con diagramas de diferentes colores, y una gama formaba un número.
Yo no veía ningún número
- ¡Mendive, coño !- decía el profe- ¡tómese en serio el test!
- ¡Que no veo nada!
- ¿Pero no ve un 6 más grande que esta mesa?
¿Cómo sobreviví en la ignorancia de semejante tara?: pues porque en mis años mozos vestía a diario lo que caía. No eran tiempos de marcas: pantalones de tela de baratillo, camisas urcas, jerseys hechos por tu abuela...y los domingos , al menos en la niñez, era mi madre la que elegía lo que había que ponerme . Yo me limitaba a escribir un cartel y colgármelo del cuello: POR FAVOR, NO SE RÍAN DE MI.: ME HA VESTIDO MI MAMÁ.
Esto del cartel lo deberían de llevar hoy más de uno que yo me sé, que visten , de arriba abajo, con los gustos de su mujer. Por ejemplo, X, que aparece con sesenta años por la oficina como un maniquí de Fórmul@ Jóven del Corte Inglés.
Después comencé a trabajar en Viaró. Algo debí sospechar cuando supe que me llamaban “el hombre de verde”. Pero pensaba “soy un petronio, los tengo alucinados”.
Un día, un tal Muliterno (¡gloria eterna a ese hombre!), me cogió por banda y me aconsejó: deberías dejarte aconsejar a la hora de vestir, lo que llevas ahora es un dislate.
Me observé.
¿Un dislate?. Pues bien chulo que voy: zapatos marrones, pantalón marrón, camisa beig, corbata parda....
- No pega el verde, con el marrón, con el naranja pálido.
- Pero si voy de juego de marrones y...
- Los calcetines son verde malaquita, los zapatos marrones, el cinturón naranja , los pantalones verde menta, la camisa marrón chocolate, la corbata de pelo de camello...no sé, tú mismo.
Y recordé la tara que me diagnosticaron hacía años.
Ahora voy a sota, caballo, y rey. Arriesgo poco: azules, grises.
Pero todavía hay días, y no uno, ni dos...¡muchos!, que Marime dice:
- ¿A dónde vas así?
- ¿Así, cómo?
- ¿Vas de camuflaje?
- No pillo.
- ¡Por Dios, esa corbata está hecha con el forro del pantalón de un COE de maniobras en Vietnam!. ¡Sólo te falta gritar “cuerpo a tierra!”.
- ¿Qué cojones le pasa a esta corbata?.
- Que es color barro, sólo barro, que no pega con una camisa color bronce Ferrero Rocher...¡¡¡por Dios, quítate eso ahora mismo!!!
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