Sacar adelante una tertulia en el Poblado me formó para los grandes retos que después tuve que enfrentarme en la vida. El que es capaz de gestionar unas horas entre las tres y las cinco de la tarde en el Somontano, y que unos urcos de catorce, quince , dieciséis años, lo pasen fantásticamente, es capaz de todo. La noche era más fácil...¡pero la tarde!
Uno de los trucos era invitar a alguien que no conocieran los chavales. Normalmente algún asistente a las convivencias en Torreciudad. Pero no un cualquiera. Tenía que tener una veta , un algo averiado, sentido del humor, ganas de cachondeo.
Anunciábamos al invitado con mucha parafernalia.
- Es un hombre con una vida muy interesante. Fue voluntario en la selva de Birmania. Allí se convirtió al catolicismo después de una vida de sexo, drogas, abusos de todo tipo....
En fin, pintábamos un invitado que era un notas.
Después aparecía un tipo que se presentaba de muchas maneras. A veces con un parche en el ojo. Otras con la mano como electrocutada, algo así como disecada y recogida en pezuña. O con gafas de sol reflectantes.
La tertulia discurría con un guión descerebrado y acojonantemente ...¿cómo lo diría?...una puta locura.
Con el tertuliano quedaba en que alguno de los chavales le haría una pregunta sobre su familia, y pactábamos la respuesta.
- Pegúntale por su hermana - le sugería a uno- estuvo de corista en el festival de Eurovisión con Julio Iglesias.
- ¡Oiga, oiga! - levantaba la mano el tío.
- ¿ Sí?
- Es verdad que su hermana cantó en el festival de Eurovisión con Julio Iglesias? ¿ Nos podría contar alguna anécdota?
El invitado se quitaba las gafas, miraba al de la pregunta con cara de muy pocos amigos...
- No sé qué te hace tanta gracia preguntar eso, cabrón- respondía. Mi hermana es sordomuda. Y le quiero más que nada en esta vida, porque es una mujer que supo luchar contra tantas adversidades...quizás a ti te haga gracia pero...
- No es que me han dicho...interrumpía azorado y nervioso el mozo.
- ¡ Déjame acabar!...mi hermana murió en mis brazos y...
Y entonces contaba una historia que era una maravilla ver llorar a la peña.
A veces cambiaba la pregunta por " ¿es verdad que su hermano corrió el Tour de Francia con Pedro Delgado?
El hermano en este caso era paralítico.
Bien. Mientras escribo este entrada me doy cuenta de lo pedazo de mala gente que éramos. No hay excusa. Sin embargo, ¿ alguien sabe lo que son dos horas de julio entre las tres y las cinco con cuarenta o cincuenta chavales?
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