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lunes, 24 de febrero de 2020

EL PERRO.

Después de tanto darle vueltas, al final resulta que nada importa nada. Desengáñate, este es tu lenitivo para los malos momentos: nada importa nada. Otros lo dijeron de otra forma, “nada te turbe, nada te espante”, por ejemplo.

Eso que tanto te aflige, te agobia , te preocupa, no es nada. Deja pasar un poco de tiempo y verás como se desactiva lo que parecía un problemón.

Muchos de nuestros cosquilleos en la conciencia son el peaje o la multa que pagas a una mala formación recibida. Eres el peero de Pavlov.

Pero sabes bien que no eres un animal domesticado, o lo deberías saber.

Pon toda esa porquería de comida que has comprado, o te han vendido, en la nevera de tu inteligencia, deja que pase el tiempo hasta que caduque, abre el frigorífico, y la tiras a la basura.

sábado, 22 de febrero de 2020

PARÁBOLA DEL SERENGUETI.

Cíclicamente   sucede  en las salidas de  los colegios, en discotecas,  el  espectáculo que acontece cada año en  el Serengeti-Mara.

El fenómeno migracional va estrechamente vinculado a las lluvias, por lo cual cada ciclo es diferente. Todos los   años las grandes manadas se concentran en un lugar determinado en una fecha determinada. Más de 1 millón de ñus, 350 mil gacelas , así como unas 50 mil cebras se reunirán para hacer frente al gran ciclo de la vida.  En los meses  de  la sequía se ha desplazado atravesando la reserva de Maswa,  hasta las riberas del peligroso río Grumeti donde los cocodrilos andarán esperando su gran banquete anual. 

Los cocodrilos gigantes esperan las inocencia  de los herbívoros que se acercan a beber  sin tener memoria de  las carnicerías  de  años anteriores.

Era bella.  Bailaba. En el centro de la pista, aquella espléndida chica de carne tostada danzaba y todos la miraban fascinados. Un encantador joven con cara alargada y exótica  se acercó a ella. La sedujo con alcohol, la invitó a una raya.  Nadie sabía que ese hombre   tenía  las mandíbulas de los saurios. ¿Cómo una criatura podía ser tan hermosa y dañina?  Tenía la belleza de los anuncios.

En efecto, al  llegar  al amanecer  esa  mujer  fue devorada.  Cuando la fiesta se hallaba en la cumbre, se produjo una gran carnicería en la discoteca. Unos días después, otra chica de  diseño y tamaño parecido bailaba en un local nocturno de Ibiza  . Tenía la naricilla graciosa. Brincaba en medio de la pista y su belleza causaba admiración. Varios cocodrilos  se acercaron al borde de su escote.  A su alrededor había  densidad de música, carcajadas y licores. En el instante preciso uno de los caimanes  se  lanzó a degüello  y entonces la pista se  encharcó de sangre  . 

El techo de la discoteca se vino abajo y parte de la guapísima clientela quedó  salpicada entre chasquidos  de fauces  infatigables. 

Masacres  como ésta   se repitieron en diversos locales de moda, tanto en la costa como en las islas, en fiestas de pueblos y campamentos. Estas matanzas no despertaban en los amantes de la noche ninguna clase de terror. Como  los ñus, nadie  guarda memoria en su instinto de esas matanzas. 

La noche  es buena  metáfora del  Serengueti.


miércoles, 19 de febrero de 2020

¿ DÓNDE VAN LOS RECUERDOS?

En aquella  residencia de mayores  estaba  el que fue  durante años  un altísimo  cargo en lo que se ha dado en llamar  "seguridad del Estado", otros prefieren hablar de "cloacas del Estado".

Padece de  Alzheimer. Hasta hace  muy  poco  éste era uno de los  hombres mejor informado del país. Lo sabía todo de espías, de agentes dobles, de chivatos. Conocía  secretos que ahora no podía guardar en ningún  sitio  dentro del cerebro. No recordaba nada.

Habían ido a visitarle  antiguos compañeros buscando si no tendría guardados en cajones o archivos, o en USB , memoria de  sus  secretos.

Ahora está sentado en un sillón con una manta en las rodillas. Sonríe y no recuerda nada. En algunos bulbos de su masa encefálica se concentraba el código cifrado  que  han movido  nuestra   Historia reciente. . Conspiraciones, golpes de Estado, contragolpes, atentados misteriosos , accidentes que cambiado  la vida  de un país.

Desde el 23 F, o  el atentado del 11- M ,  todo pasaba por la cabeza de  esta hombre. El Alzheimer ha dejado a  este ser convertido en un personaje dulce y sin memoria que contempla el mundo de nuevo con la inocencia de un niño. O con la mirada lela de un estúpido.

Él tenía una sentencia terrible: "el bien y el mal no existen". Por consiguiente  no era Lucifer , sino un buen ciudadano , muy tierno con sus nietos, un feliz podador de rosales al que la vida había colocado en el centro de un puchero hirviendo.  "Alguien tiene que hacerlo".

No me interesa el alma de este hombre. 

Sólo me cautiva esa mínima parte crucial de su cerebro que le abandonó . Ese parte que fue a parar  a la basura  de su  biografía y que , siguiendo su destino estará el vertedero donde van a  parar todas los  recuerdos  en forma de desperdicios . A estas alturas ya se los ha comido un gato. 

Cuando conocí a este hombre su cuidador me dijo: 

- Ya ves, este  tío que ves aquí  sin memoria, sonriente ,  que se  le cae la baba como a un niño, en su día fue un hombre terrible. Un hijo de la gran puta.



lunes, 17 de febrero de 2020

EL MONAGUILLO.

Aquí tengo 15 años. Era monaguillo de la parroquia de Santa Engracia. Un trasto Voy vestido con alba y cíngulo blanco.
Entonces era un infeliz que se le ocurrían formas muy raras de llamar la atención. Más o menos como ahora. Estaba enamorado de una chica morena de ojos azules, pero la cosa salió mal y se fue con un pijo que esquiaba en Jaca.

Fueron años maravillosos, de luz y frescura. De sueños que imaginaba con una viveza que me hacían llorar.

Me entregué a Dios sin pensármelo dos veces. Y me puse en mi particular tarea de encontrar la isla del Tesoro . Pero el plano de ese paraíso resultó ser falso

En Barcelona uno quería vivir su película y , en fin , ¡ un desastre! . Terminé arrastrado por los caballos desbocados de la doble vida, de la culpa, el desvarío, y una sexualidad porcina y sucia.

Toda mi iniciación afectiva fue torpe y como de abrevadero . Supe a qué saben los besos y abrazos turbios . Mi vida fue un inventario de miedo, de duda , de cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar.

Y cuando las cartas vienen mal dadas, entonces, componía canciones tontas y desfasadas que hablaban de apostar por chicas de ojos de color amarronado que eran guapas pero cortitas y que uno estaba dispuesto a repetir curso por seguir a su lado.

También soñaba con enamorar madres de alumnos , de esas que hasta los perros y los gatos se daban la vuelta para verla, para vengarme de tanta morena de ojos azules que se iba con pijos que habían hecho el IESE y esquiaban en Baqueira.

Y a veces esa morena te guiña el ojo , cuando el pijo del IESE está comiendo una croqueta y no vigila y, claro, luego pasa lo que
pasa . Y hay película.
Y pasa el tiempo y vuelves a encontrarte, y ella tiene 75 años, y tú 62 y recuerdas. Ella que entonces era piel, azul, calor, risas, piernas, labios, culo, abrazos, canciones, locura, y paisaje.

Y fuera nada. Allá, más allá, no había nada .

Y hoy nos miramos como sin reconocernos. Sin atrevernos a decir qué pensamos uno del otro .. " ¡ joder, ¿ qué pasó,".
¡ Pobre monaguillo !, ¡ vaya vida te esperaba por no tascar el bocado a ese caballo!



domingo, 16 de febrero de 2020

¡NI PAZ, NI POLLAS!

Fue  en 1976. Por aquellos años en la iglesia  había gestos de la liturgia que no estaban bien vistos, uno de ellos era el dar la paz en Misa. Se le veía un matiz protestante.

 En no pocas  misas se saltaba esa línea del Misal y se pasaba directamente al Agnus Dei. 

 Es el caso que nos ocupa, del que fui testigo,  era una Misa concelebrada con varios sacerdotes que asistían con fieles de distintas diócesis a honrar a Nuestra Señora de Torreciudad.  El santuario estaba abarrotado de peña.   Llegó el momento de la Paz y el párroco todo solemne mira a los fieles, abre los brazos en señal de acoger al templo todo y dice enfático “DAOS FRATERNALMENTE LA PAZ”. 

En estas estábamos, dispuestos a sacudirla con la fila entera, cuando se oye una voz gravísima, profunda y potente que dice “¡¡¡NI PAZ, NI POLLAS!!!”.

Parecía una Teofanía, como si el mismo Dios desde el Óculo Eucarístico del Santuario  la hubiese pronunciado. Hasta tal punto que yo mismo, que estaba dispuesto gentilmente a dar la mano al de mi izquierda, di un respingo pensando “joé, a ver si palmo por esto”. Nos quedamos todos, y todas, quietos, indecisos, atemorizados.

Y es que el párroco llevaba un micrófono a modo de pinganillo en la casulla y al ir a abrazar a Don M. S –sacerdote  de voz grave y pelín intransigente– y decirle “paz contigo”, el otro le soltó la frase, nada litúrgica por otro lado, que dejó traspuestos al presbiterado y a los fieles.

Así fue, y como lo vi, lo cuento.


sábado, 15 de febrero de 2020

EL BAÑO DEL ARCHIMANDRITA

Hace unos meses que lo conozco por razones de trabajo. Es propietario de varias empresas, heredadas de familia. Hombre de modales exquisitos, trajes perfectamente ajustados, con el pañuelo en el bolsillo de la solapa izquierda, a juego con el cinturón y los zapatos, camisa blanca de lino con gemelos y sus iniciales bordadas, un corte de pelo impecable, cabello de ala de paloma...en fin, un san Luis.

El hombre se sabe distinto, exclusivo , inconfundible,refinado, notable. Se sabe, y lo demuestra. Cuando se ríe se tapa ligeramente la boca, y antes de toser se disculpa ( perdón...) y se gira ligeramente mientras carraspea suavemente sobre sus dedos.

No le he visto estornudar, pero debe de ser algo muy principal.

A las señoras les hace un ademán al saludarlas, un gesto brioso y elegante, acercando la mano de la dama a sus labios, en una inclinación algo marcial, hasta casi besar sus dedos. Pero no los besa.

Hace unos días, a raíz de un comentario hecho así, como por hablar de algo, el hombre me dijo... 

- Yo no me ducho. 

- ¿Que no te duchas?...pues, oye, te noto bien limpín. 

- Yo me baño. 

- ¿Te bañas?...¿en una bañera? 

- ¡Claro!,¡no pensarás que en una palangana! 

- ¿Pero te da tiempo a bañarte todos los días?, ¡para mi es un ritual!

Sonrió como el duque de Kent entregando la Ensaladera en Wimbledon, y contestó que sí, se bañaba a diario por las noches.

Imaginaba al tío en su casa, leyendo el periódico con su esposa , con su albornoz de seda, sus pantuflas de cuero (no creo que sean esas que tienen forma de osos, o de pato Donald), dirigirse al baño, dispuesto unos minutos antes por la asistenta, con su agua caliente y humeante, su toallero preparado, y sumergiéndose con el ceremonial del archimandrita de la Catedral de Constantinopla.

¡Joder!, ¡todavía hay gente que se baña!, pensé.

Yo hace décadas que no uso un baño. La última era tan pequeño, que recuerdo ser el último de los cinco hermanos que la usaba. El agua tenía tanta mierda de los cuatro anteriores que no se veía el hondo. Con eso lo digo todo. Y allí, echado con el agua hasta la barbilla, jugaba al submarino, ya sabéis, arriba periscopio, abajo periscopio, ¡aúa, auúa!

Pero, bueno, esa es otra historia.


jueves, 13 de febrero de 2020

SE TE DARÁ POR AÑADIDURA

Mis padres se enamoraron y los Mendive deshederaron a mi padre si daba el paso de querer a esa mujer y vivir juntos. Y Carlos se fue con Marisol.



Esa decisión cambió su vida. Y la de todos. Tragedia fue comenzar de cero en Bilbao compartiendo cocina y habitación con otras gentes , y desconocer el destino y las profecías aciagas de tu gente.



Y aquí estamos.

Son muchos los que deben su alegría inmensa de vivir y amar a una tragedia.

Lo ideal sería conocer al amado o a la amada bajo un manzano como san Juan de la Cruz, o en algún otro lugar maravilloso que no tenga que ver con el dinero, la posición, la clase social. Por ejemplo, en la barra del Otelo , un bar en Valladolid. O en una tienda de comidas preparadas una mañana que vas a comprar pan .

No importa. Enamórate. Todo lo demás se te dará por añadidura. 

martes, 11 de febrero de 2020

LA PELOTITA

Antes de ir a casa voy bastantes días a tomar una copa a un bareto cerca de la  plaza    de Cuntis. 

Hoy estuve en  la terraza .

Unos padres estaban sentados  en una mesa, acompañados de una niñita en un cochecito muy Ferrari .

La niña era una monada, como todas las niñas de unos meses. De esas que cuando la ves te pones a hacerle cucadas , “¡yujuuu, cuchicuchi, bururububú!”, como un auténtico imbécil.

Luego pasa el tiempo y resulta que le has hecho “¡cuchicuchi!” a Yola Berrocal.

La mamá le dice a su urco, “me voy al Eroski a hacer la compra”.

- Muy bien, Cari.

Unos segundos más tardes la niñita, que tenía un algo redondo  y amarillo en las manitas, lo deja caer al suelo.

El padre recoge la pelotita del suelo, la limpia, y y se la devuelve:

- Ten cuidado, amor, que no se te caiga porque se mancha. No lo tires, ¿de acuerdo , preciosa?. Al suelo, no, ¿vale?, ¿lo has entendido?- le dice con cara de cejas en alto, ojos saltones, y señalando con el dedo índice la pelotita.

¡Qué majo!, pensé: aquí tenemos un padre motivado, un alumno aventajado de algún curso de Orientación Familiar.

No ha terminado la lección el padre, y la niñita vuelve a lanzar la pelotita al suelo entre risas, y una mirada que, al menos para mi, no tiene nada de inocente.

Papá la recoge de nuevo, la limpia, y se la devuelve:

- Mira, amor, acabo de decirte que no tires la pelotita al suelo porque se mancha y coge bichos, ¡puaj, bichos malos!, ¡qué ascooo!, ¿ok?, ¿entendiste, cielo?- esta vez la advertencia viene acompañada de gestos horribles y gañotas repugnantes.

La niña le escuchaba con gran atención, con unos ojazos grandotes y divertidos...y  deja caer la pelotita una vez más. Tal  vez  ese  padre  crea  que  esa  niña  es  preciosa, pero  tengo  para  mi que  Adolfito  Hitler  empezó así  con su  papi.

El papá, vuelve acoger la pelotita y exclama:

- ¡A tomal pol saco la pelota,¡joder!, ¡mecagüen  la  puta  ya!

Y la deja  en el cenicero.

El pobre tenía la espalda deslomada de agacharse e incorporarse, y había llegado a una sabia conclusión: que le den pol saco a la pelotita.

Cuando la niñita crezca y tenga 15 años, la que se va a ir a tomal pol saco es la niña... Pero hasta entonces, ese padre va a agacharse durante años a por muchas pelotitas, y no pelotitas.



Mientras dura el jueguecito, la niña debe estar pensando: papá es la mar de majo y divertido. ¡Qué tío más simpático!. No muy listo, pero supermajete....(y coge la pelotita del cenicero, y la  vuelve a tirar al suelo).


domingo, 9 de febrero de 2020

LA RECETA DE LA ABUELA.

Se  lo  oí contar  al dueño de un mesón  de Binéfar,  pueblo de  Huesca .

Su abuela  hacía  la matanza del cerdo, los  pollos, y aves  del corral ,  con tal arte  , delicadeza, y finura, que  venían de  "lejanas  tierras"  a  probar sus  viandas. 

-  Aquí  ha  venido  gente  muy   principal de  Madrid  sólo  para  comer los  guisos  que  preparaba  mi abuela.

La  abuela, antes de  cortar el pescuezo  y rajar al cerdo, o al  bicho  de  la  corrala, les  cantaba  jotas.

-  Oye, unas  joticas  que  te  rompían el alma , porque eran letras de amor  muy  sentidas. Tenías  que ver  qué mimo  ponía  , ¡qué  dulzura!. 

Para  ese  hombre  la  voz  de su abuela no sólo amansaba  las  fieras, también hacía  la carne  más digestiva.

Ante mi  incredulidad  por semejante  manera de preparar  un  cocido, hizo  llamar a  un camarero  para  que fuese él en persona, y con sus  propias "palabricas", los  extraordinarios  hechos  que  me estaba  contando.

- Ya  lo  puede  creer, ya, que  era  medio bruja esa  mujer.

La  verdad  es  que  los  que saben de  esto   afirman  que cuando un cerdo, un conejo, un ciervo o una perdiz son abatidos al final de la ciega huida con un escopetazo y el cazador recoge los respectivos cadáveres descubre que los músculos de estas criaturas se hallan petrificados por el ácido, inundados de adrenalina que ha segregado el terror , o el esfuerzo por una salvación desesperada. El  miedo  los  endurece. 

Antes de servirlos en el plato previamente los cocineros  orean, maceran y adoban  estos despojos durante varios días hasta que alcancen cierto grado que  sea  comestible.La violencia no engendra buenos solomilos. 

Nada hay como escuchar  una  jotica  que hable de amor  mientras el cerdo, el pollo, el corderico, está  al pie de la puntilla y suena "Que la  nieve ardía".

Uno se  imagina  bajo la meliflua  voz de  la yaya , antes de   que  le  corte  el pescuezo , a la bestia soñando  con prados húmedos, poniendo  los ojos en blanco recordando a  su  cerdita  rosa , ablandándose  románticamente las vísceras, aflojando  la cerviz y de pronto , ¡ zaca!, la hoja del cuchillo  penetra en su nuca junto con " ¡¡¡soñé  que me  queríiíííaaaa!!!!" . 

- Después, entrábamos  todos a  descuartizar las culatas de ternera, las cabezas cercenadas, las costillas trinchadas, los menudillos clasificados.

- ¿Y  qué  sucedió ?.

- Pues  que  la abuela se  murió. Y  por  más  que busqué, y  llamé, y  entrevisté,  no  hubo  forma de  encontrar  nadie  que  cantara antes de  la matanza. . Hasta   hubo  un  cocinero  que me dijo que él mariconadas  no hacía. 

Una  hermosa  manera  de morir:  escuchando  una canción de amor. Si  mueres  soñando  tu carne  estará  llena de  música.


viernes, 7 de febrero de 2020

DE TERTULIA EN CUNTIS.

Escucho  una tertulia en una terraza  del Balneario de Cuntis . Hablan de  robos en hoteles.


Al parecer  en uno de los hoteles de la zona han pillado a un cliente intentando  llevarse un limpiazapatos  automático. ¡Alucinante!.



Cuenta  un empleado del Balneario que un cliente pidió razón de  por qué  le habían cobrado un sobrecargo de más  en la cuenta .



- Son los albornoces. 



- Disculpe. Se han equivocado- contestó- y lo van a comprobar ahora mismo.



Abre la maleta y, efectivamente, allí están perfectamente  doblados  los dos albornoces blancos, impolutos.



El marido se  dirigió a su mujer y antes de que pudieran denunciarlo le metió un soplamocos  que la  señora vio al Apostol Santiago vestido de primera comunión 



Contaban también de un cliente que cenaba con su perro  vestido con un albornoz . El perro sí, habéis leído bien.



Uno de los tertulianos  habló de su padre. Al parecer trabajó años en el Palacio del Pardo , con Franco. Contaba  como admiraba al general. La serenidad con la que   alguna vez le vio   firmar  sentencias de muerte a la hora del desayuno mojando la pluma en el tintero al mismo tiempo que introducía con la otra mano el picatoste en la taza de chocolate. 



De todas las  anécdotas que escuché esta es la  que más me impresionó. 


miércoles, 5 de febrero de 2020

ANTONIO VALERO Y GAUGUIN.

Una  noche fuimos  la  tuna   de Monterols a  cantar  a  una cena  en el IESE.  Era  un   agapé   muy  principal.

Antes de  salir a  cantar  entre  las  mesas  de los participantes  al evento  , se acercó Antonio  Valero, uno  de  sus  fundadores  y primer  director  general .

-  Pasad primero   por  la  mesa  en  la  que estoy  yo.

Antonio Valero fue  uno  de  los  tipos más  brillantes, divertido, pillo, desenfadado, que  he  conocido. Además de  guasón, buena gente. y bellísima  persona.

Su  biografía  sería una  bomba.

Nos  acercamos a  su  mesa  y  allí  comenzamos a  cantar. Poco antes  de  terminar  la   ronda  en esa  mesa, mientras  continuábamos  tocando, el de la pandereta pasa    por  los  comensales a recibir  las  propinas de rigor. Se  levanta  Antonio  Valero, abre  la  cartera,  saca  un  billete de  cinco  mil pesetas  de  entonces, una  pasta, y de modo  ostensible,  que  todos  vieron,  lo  deposita  en la pandereta.

La mesa  palideció. Porque   con  ese  gesto  Antonio   daba   la  medida  de  la generosidad  y  rumbosidad  de  la  peña. 

Era  como  decir  " allá  va,  con  un  par,  pringaos, a ver  cómo  la  tenéis  vosotros". Había   que  retratarse.

Aquella  noche  sacamos   una  morterada. Pero  una pasta  gansa.

Cuando  salíamos   del bolo,  ya  en  el  aparcamiento,  apareció  Antonio.

-  ¿Dónde  tenéis el  dinero?-  preguntó.

Uno  le  mostró   una   bolsa.

- Pues  me  quedó  el  billete  de  5.000  pelas, que son  mis  honorarios   por  haberos  representado.

Allí aprendí   que  lo   importante  no es  si eres  bueno  o malo  en  tu  trabajo.  Lo  importante  es  quién  te avala, quién te  apadrina , quién  saca   el  primer   billetazo apostando   por  ti.

En  realidad,  la  tuna  no  era  tan  buena  como pensábamos. 

A  nivel personal   sucede   lo   mismo.

Me  contó   uno  que  por razones  profesionales  anduvo  de mediador  para   la  venta  de un cuadro  de  Gauguin.

Fue  a  recibir  a  un  marchante  judío al aeropuerto, uno de  los  tres  o  cuatro  más  prestigioso  del  mundo  del arte .

Terminaron  en  un sótano  de    un  Banco  , donde está el santuario acorazado. Sacaron el cuadro de Gaugin envuelto en goma espuma. Delicadamente la pieza fue desembalada, y quedó apoyada en la pared de acero.

Era un paisaje de la  época  de  Bretaña.

El judío internacional se cambió de gafas, se agachó para husmear la firma y la trama del lienzo. Luego, de pie, estuvo largo rato en silencio, observando intensamente la pintura a media distancia, todos en un hermetismo tenso en aquella profundida.  Finalmente, el coleccionista sonrió. Y dijo:

- Conozco el cuadro. Perteneció a la colección privada de Goering. ¿Qué piden por él?

- Cuarenta y cinco millones.

- Bien. Les doy dos millones. Es una cifra razonable, sobre todo si se tiene en cuenta que el cuadro es falso.

-  Si es falso, vale 15.000 pesetas- apostilló   otro  experto.

- Exactamente. Pero hay un detalle. Este cuadro es falso en las manos de ustedes. Cuando yo lo compre y lo incluya en mi catálogo será auténtico.

El judío internacional, famoso coleccionista y marchante de arte, dio media vuelta, y   se  largó . En la cola de la aduana se despidió:

-Llámeme a Nueva York dentro de ocho días si considera que se puede hacer algo. Un millón para usted.

Y, efectivamente,  se  ganó ese  millón.

De  todo  esto  se  desprende que, lo mismo  que  con la  anécdota de  Antonio Valero, hay  personas  que  nos  dan  brillo  y  nos  lucen, y  hacen  valiosas  auténticas  falsedades. Eso   no  sólo  sucede  con  cuadros  de  Gauguin falsificados, o con  tunas  de  mediopelo, también  contigo  y  conmigo, amig@. 

Estar  con Manuela  me dio  una autenticidad y  un  valor   que no tenía ni  de  lejos. Sin  ella  he  vuelto a  ser  quien era, un mindungui.  Más  falso  que el fuera de  juego en  un futbolín.

Con algunas  personas  en  algunas  instituciones   ocurre   lo   mismo:  son falsos, no  valen un  churro, una  estafa, pero bajo  el  paraguas  de  una  marca , y pertenecer catálogo  de  la  institución, los  hace  parecer  verdaderos.


domingo, 2 de febrero de 2020

¿ALGUIEN HA VISTO MI ZAPATO?

Como  me  lo contaron, lo cuento.

Fue en Monzón, ciudad capital de  la cabecera del Medio Cinca.

Nuestro hombre  regresaba  a casa  de noche  y , buscando aparcamiento, encuentra cerca del paseo de la arboleda  unas pilinguis  haciendo la calle.

"Oye, que me dio un apretoncico y pensé  " me voy a  aliviar , que estoy en una edad  muy mala".

Y pim pam, pim pam....ya sabéis.

Al  día siguiente   nuestro hombre  debía de llevar a su suegra  al  médico a Huesca. Le acompañaban  la  mujer y el hijo, " y así aprovechábamos a  comprar  unas cosicas en la capital".

Cuando comienzan el viaje, parados en un semáforo, observa aterrorizado  que a su derecha, entre el cambio de marchas  y  los asientos traseros , asoma  un zapato de mujer.

" Cuando vi el zapatico me quedé  acojonao . ¿Pero cómo se pudo dejar una cosa  así dentro del coche?.  Si  me pinchan no me sacan sangre". 

El hombre, aprovechando que están todos  dormidos, coge con disimulo el zapato, abre la ventanilla del automóvil, hace como que se aclara  un gargajo, y escupe con fuerza , a la vez que echa el calzado a la calle.

Ya más tranquilo sigue tan feliz y  tan campante rumbo a  la  capital...

Una hora después , escucha  a la suegra que dice  con un acento maño cerrau, cerrau:

- ¿Alguien ha   visto   mi zapato?.

Silencio. Nuestro amigo no da crédito a  lo que acaba de oír. Rebobina en su memoria lo que ha sucedido desde que  entraron en el coche...

- ¿Qué zapato, mamá?

- ¡Pues qué zapato va a  ser?, ¡el mío!

El hombre se gira al hijo y le grita:

- A ver, chaval, coño, ¿quieres hacer el favor de mirar si está el zapato por allí? ¡Joder!, ¡muévete!.

- Pues....por aquí no está el zapato.

- ¡Mira  bien, leche!.

- Que no está.

- Mamá...¿seguro que  ha subido con el zapato?

- ¡Cojoña!, ¡si sabré yo si me he puesto los dos zapatos o no, leñe!

- Pues  aquí no está...¡chaval, mira bien, joder!

- !QUE  NO ESTÁ, YA TE VALE, CABEZA!

Oye, terminaba  contando , ¡que tuvimos  que parar en un pueblo a comprar zapatos a la abuela!







LA SEGURIDAD NO EXISTE

La seguridad no existe. Ni está en la vida, ni en la Naturaleza, ni es experimentada por nadie. Esa lección la hemos aprendido, ¡ y d...